jueves, 22 de marzo de 2012

UNA NOCHE DE JAZZ


Al escuchar la palabra “jazz”, seguramente muchos jóvenes la relacionan con un género anticuado, aburrido y desactualizado. Pero la realidad, es que lejos de ser todo eso, es rico instrumentalmente, capaz de transmitir sentimientos y emociones incluso improvisadamente.

La noche del sábado 10 de marzo, tuve la oportunidad de asistir a un concierto de jazz en el Centro de Formación de la Cooperación española, Antigua Guatemala. El concierto era al aire libre, con un escenario perfectamente decorado con luces que resaltaban la belleza lo que un día fue una iglesia y ahora son solo ruinas que decoran las calles de la bella ciudad de Antigua Guatemala, Patrimonio Cultural de la Humanidad.



Durante el concierto, descubrí que este tipo de música atrae a dos tipos de gente, que a pesar de ser diferentes, los une un mismo sentir: el gusto por el jazz. El primero: principalmente gente mayor, que simplemente prefiere un sonido instrumental a uno electrónico. Demasiado puntual, al punto de ser los únicos que lograron obtener asiento. Disfruta de un buen jazz al mejor estilo americano y un atuendo un tanto elegante. Por otra parte, el segundo: jóvenes y adultos con un estilo de vida más relajado, que siente pasión por la música y nada más, al punto de no importarles pasar el concierto tirados en el piso o simplemente parados. La comodidad y la apreciación al arte es lo principal.


Personalmente, me considero amante incondicional del Jazz. Tener la oportunidad de asistir a este evento fue algo que le dio a mi fin de semana un “toque” especial. Apreciar el talento de los músicos italianos fue algo realmente indescriptible, en compañía de buenos amigos y rodeados de la belleza de una ciudad antigua, fueron los ingredientes perfectos para disfrutar de UNA NOCHE DE JAZZ


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